Miles de millones de pobres en todo el mundo llevan una pesada carga de enfermedades, lesiones y discapacidad, que no se debe a la ausencia de tecnologías de prevención y atención, ni a la falta de recursos materiales disponibles, sino más bien a que las estructuras políticas y económicas promueven una distribución de oportunidades y recursos escandalosamente injusta y desigual.
Los determinantes globales de la salud (y los riesgos mundiales para la salud) se ven influidos por un régimen de gobernanza mundial apoyado por ideologías neoliberales. Este régimen comprende organismos internacionales normativos y de financiamiento, además de una configuración de relaciones de poder que abarcan gobiernos del mundo rico, empresas mundiales, fuerzas militares hegemónicas y las perspectivas compartidas e intereses comunes de las clases pudientes en países tanto ricos como pobres.
Una amplia gama de fuerzas se ha organizado en contra de este régimen, incluyendo movimientos populares en torno a cuestiones de soberanía nacional, trabajo, medio ambiente y salud. Estos movimientos pueden ser locales en lo que respecta a su enfoque principal, pero también tienen vínculos intersectoriales e internacionales.
En muchos países del tercer mundo hay poderosos movimientos sociales, con intereses en la salud o centrados en cuestiones de salud, y ejemplos de importantes victorias obtenidas en años recientes en relación con aspectos de salud; por ejemplo la deslegitimación de las estrategias de ajuste estructural (SAP) por su impacto en la salud, el cuestionamiento a las grandes empresas farmacéuticas en relación con el acceso a las medicinas contra el SIDA, y la Declaración de Doha sobre la Salud Pública.La atención primaria de salud, como modelo de política para el desarrollo programático, visualiza algunas prácticas que suponen la colaboración entre los operadores de APS y las comunidades con las que trabajan. Los operadores y los miembros de la comunidad trabajan juntos para identificar y abordar los factores orientados a la prevención (upstream) que son determinantes para su salud, incluso cuando se trata de las necesidades inmediatas de personas, familias y comunidades.
El modelo de APS tiene un enorme potencial en términos de trabajo con movimientos populares para desarrollar conocimiento e incidencia; generar la presión política nacional e internacional necesaria para redefinir los determinantes globales de la salud. La APS es también un modelo para abordar las necesidades inmediatas de salud de familias y comunidades, y su potencial de contribuir al cambio político no tendrá ningún significado si no brinda atención y prevención de calidad, con el respaldo de instituciones y programas terciarios.
El Consejo Internacional por la Salud de los Pueblos (IPHC) ha establecido como uno de sus objetivos centrales, fortalecer la APS y los servicios de salud de conformidad con el modelo de APS y el estudio, incidencia y movilización relacionados con los determinantes políticos y económicos de la salud desde una perspectiva global. Más acerca del papel de IPHU.